Jesus León Santos, el rugir de un alma incansable/Jesus León Santos, the Roar of a Tireless Soul

(English Follows)

A los 42 años de edad, en el 2008, el campesino indígena Jesús León Santos obtuvo el premio ecológico Goldman por su labor en la reforestación de una región en Oaxaca, México. Dicho galardón es una especie de premio Nobel de la ecología mundial. Actualmente Santos es el Coordinador del Programa de Agricultura Sostenible del Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca.

Desde los 18 años y junto a otros campesinos, Jesús reforestó la Mixteca alta de Oaxaca en su pueblo, San Isidro. Su intención era revivir la tierra en base a unas técnicas precolombinas que le enseñaron unos guatemaltecos, para labrar la tierra y convertir parcelas en áreas cultivables. Mientras muchos se iban a vivir en otros pueblos debido a la falta de árboles, agua y frutas que escaseaba en la Mixteca alta, también conocida como la Tierra del Sol, Jesús León Santos decidió enfrentarse directamente al culpable de las duras condiciones, la erosión.

En un artículo de Ana Estrada para Milenio, Jesús dice: “Muchas veces queremos que la gente haga lo que nosotros no hacemos”, y agrega que para convencer a otros tuvieron que empezar ellos mismos, “mis compañeros y yo comenzamos a sembrar árboles en nuestras parcelas para que poco a poco se vieran los cambios”.  

Gracias a las técnicas agrícolas precolombinas bajo la tutela de indígenas guatemaltecos y con la ayuda de 400 familias de 12 municipios, Jesús creó el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (Cedicam) con el objetivo de trabajar las tierras para sembrar árboles y lograr la producción de alimentos. 

Durante 35 años los habitantes de Mixteca, de la mano de Jesús, trabajaron a pico y pala para aumentar la flora, sembrando millones de árboles y desarrollando un sistema sostenible y orgánico para la agricultura. Ahora, esta zona ha reverdecido, y hasta manantiales le han nacido. La conservación de las semillas de maíz nativas, cereal originario de la región y la siembra de una variedad propia de la zona, el cajete, impulsaron al abastecimiento de recursos naturales. Asimismo, enterraron cisternas de más de diez mil litros para recoger agua de las lluvias y crear un sistema de riego.  

Lo que inició Jesús León Santos ha sido imitado por comunidades vecinas porque hay que copiarse de lo bueno y este señor inspira a que todos protejamos lo más valioso que tenemos, este planeta. Bandera News publicó unas palabras de Jesús León Santos.

"Los pueblos indígenas tienen mucho que compartir con este planeta. Somos una parte importante de esta tierra. Hemos sido los guardianes, y es un papel importante con el que debemos continuar... No podemos dejar que esta responsabilidad caiga en otras manos. No debemos permitir que las corporaciones tomen estos recursos porque éste es el legado de todas las personas, no solo de unas pocas ".

Foto de Goldman Environmental Prize

Jesus León Santos, the roar of the tireless soul

At the age of 42, in 2008, the indigenous farmer Jesús León Santos won the Goldman ecological award for his work in the reforestation of Oaxaca, Mexico. This award is a kind of Nobel Prize for world ecology. Santos is currently the Coordinator of the Sustainable Agriculture Program of the Integral Campesino Development Center of the Mixteca.

From the age of 18 and with other farmers, Santos reforested the Mixteca alta of Oaxaca in his town, San Isidro. His intention was to revive the land based on pre-Columbian techniques taught by Guatemalan promoters, to till the land and convert plots into cultivable areas. While many fled to live in other lands due to the lack of trees, water and fruits that was the Mixteca alta or Tierra del Sol, Jesús León Santos decided to face directly the culprit of the harsh conditions, erosion.

“Many times we want people to do what we don't do,” says Jesus, adding that to convince others they had to start themselves, “my classmates and I started planting trees in our plots so that they would gradually see each other. the changes".

Thanks to the pre-Columbian agricultural techniques under the tutelage of Guatemalan Indians and with the help of 400 families from 12 municipalities, Santos created the Integral Campesino Development Center of the Mixteca (Cedicam) with the aim of forging the lands to plant trees and achieve food production. 

For 35 years the inhabitants of Mixteca, hand in hand with Santos, worked at peak and shovel for the growth of flora, planting about 4 million trees and developing a sustainable and organic system for agriculture. Now, this area has been green, and even springs have been born. Thanks to the conservation of native corn seeds, cereal originating in the region and sowing a variety of the area, the cajete, boosted the supply of natural resources. They also buried tanks of more than ten thousand liters to collect rainwater to create an irrigation system.

What started Jesús León Santos has been imitated by neighboring communities because you have to copy yourself from the good and this man inspires all of us to protect the most valuable thing we have, this planet.

"The indigenous people have so much to share with this planet. We are an important part of this earth. We have been the guardians, and it is an important role with which we must continue. ... We cannot let this responsibility fall into other hands. We must not let the corporations take these resources because this is the legacy for all people, not just a few."