Dolores Contreras, como la flor / Dolores Contreras, Like The Flower

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Nota del editor: Dolores Contreras es Coordinadora del programa juvenil de la Universidad Popular en Chicago y quienes están asociados al programa Inspiring Connections Outdoors (ICO por sus siglas en inglés) del Sierra Club. Las opiniones expresadas en este escrito son exclusivamente suyas.

Para que una flor crezca y eventualmente florezca debe pasar por varias etapas que comienzan en la germinación y finalizan en la dispersión. Así como la flor, ha sido la evolución de Dolores Contreras, o ‘Lola’ como prefiere que la llamen. 

Dolores nació en Chicago en el año 1995, hija de padres que emigraron a los Estados Unidos de la ciudad de Michoacán, México. Cuando era pequeña le encantaba pasar horas al aire libre, ya fuera en casa de vecinos o familiares o en las playas y bosques en México, era allí, en el medio de la naturaleza, donde su personalidad extrovertida florecía.
 

Llegado el momento de ir a la universidad decidió estudiar Administración de Empresas pero luego de pasado un tiempo entendió que esa no era su vocación, cambió de curso y comenzó a estudiar inglés con un título en escritura y sociología y fue aquí que su vida comenzó a dar un giro. 

Cursando sus estudios se conectó con la Universidad Popular, una organización sin fines de lucro enfocada en promover el empoderamiento comunitario a través del aprendizaje. Con la organización pasó a formar parte del equipo a cargo del programa juvenil, llamado UP To Youth, y es así que comienza a relacionarse más con personas de la comunidad Latina y crear lazos más fuertes con su cultura e idioma. 

A  través de los programas de la Universidad Popular, Dolores empieza a tener exposición a problemas de lo que llamamos justicia ambiental y como los mismos afectan de una manera desproporcionada a las comunidades Latinas y de color. Es durante esta etapa que empieza a formar parte no solo de las actividades de la Universidad Popular sino del programa del Sierra Club llamado Inspiring Connections Outdoors (ICO por sus siglas en inglés).

Aunque Dolores no se considera una experta en la materia de ambientalismo, sí está al tanto de lo que se encuentra en juego y trata de crear conciencia sobre esta crisis aun sabiendo que la problemática del cambio climático no está en la lista de prioridades de la comunidad Latina. “Los Latinos viven enfrentando demasiados problemas. Nuestras comunidades ya de por sí tienen que lidiar con hogares donde solo hay un adulto criando a los hijos, donde se vive de cheque a cheque y donde el estatus migratorio de muchos es una fuente de estrés” dice.

“Además, existe una creencia en muchos de los inmigrantes de que todo aquél que llega al norte tiene que trabajar duro para poder darle a su familia una mejor vida”,  dice. Por experiencia sabe que esta mentalidad crea una barrera entre la comunidad y los que están tratando de educar y concientizar porque las corporaciones saben las necesidades que hay de trabajo y se aprovechan. Y sabe que tener “más almacenes y plantas de carbón o diésel se presentan ante nuestra gente como oportunidades. Opino que la clave está en la educación y que pequeñas acciones como crear conciencia sobre el exceso de basura, o reciclar, son labores tangibles que nuestras comunidades pueden poner en práctica” nos dice. 

Las metas futuras que tiene Dolores respecto al ambientalismo son muy prácticas: para ella es imperioso que las personas vuelvan a conectarse con la naturaleza. “Nuestros ancestros cuidaban de la tierra. Ahora lo que hacemos nosotros es, aprovechamos  lo que ésta nos brinda e ignoramos sus necesidades, todo debido a la mentalidad capitalista con la que vivimos, me incluyo en esto”, dice. 

La transformación de Dolores sigue en curso; así como pasó de ser una niña que amaba pasar todo su tiempo en la naturaleza, a una joven con ciertas ambiciones, a darse cuenta que su llamado estaba en otra parte, Dolores está lista para dar otros pasos y ser fuente de información, educación y esperanza.

Durante el Hispanic Heritage Month, y siempre, el Sierra Club se solidariza con estas nuevas voces Latinas y su lucha diaria para proteger los ambientes, espacios y comunidades a las cuales pertenecen de las amenazas y consecuencias que representa el cambio climático.

English

Editor's Note: Dolores Contreras is the Youth Program Coordinator for Universidad Popular in Chicago which is a partner of Sierra Club's Inspiring Connections Outdoors (ICO) program. The opinions expressed in this writing are exclusively hers.
 

For a flower to grow and eventually bloom, it must go through several stages that begin with germination and end with dispersal. Just like the flower, so has been the evolution of Dolores Contreras, or 'Lola' as she prefers to be called.

Dolores was born in Chicago in 1995, the daughter of parents who emigrated to the United States from the city of Michoacán, Mexico. When she was little, she loved spending hours outdoors, whether it was at her neighbors’ or relatives’ houses or on the beaches and forests in Mexico. It was there, in the middle of nature, where her outgoing personality flourished.


When the time came to go to college, she decided to study Business Administration but after a while understood that this was not her vocation. She changed courses and began to study English with an associate’s degree in sociology and it was here that her life began to take a turn.

During her studies, she connected with Universidad Popular, a non-profit organization focused on promoting community empowerment through learning. With the organization, she became part of the team in charge of the youth program, called UP To Youth, and that is how she began to relate more with people from the Latino community and create stronger ties with her culture and language.

Through the programs of Universidad Popular, Dolores began to be exposed to environmental justice issues and learn how they disproportionately affect Latino communities and communities of color. It is during this stage that she began to take part not only in Universidad Popular’s activities but also with Sierra Club’s program called Inspiring Connections Outdoors.

Although Dolores does not consider herself an expert in the field of environmentalism, she is aware of what is at stake and tries to raise awareness about this crisis even knowing that the problem of climate change is not on the list of priorities for the Latin community. “Latinos live facing too many problems. Our communities already have to deal with one-parent households, where people live paycheck to paycheck and where the immigration status of many is a source of stress,” she says.
 

"In addition, there is a belief among many of the immigrants that everyone who arrives in the north has to work hard to be able to give their family a better life," she says. From experience, she knows that this mentality creates a barrier between the community and those who are trying to educate and raise awareness because corporations know the need for jobs within this community and they take advantage of it. And she knows that having “more warehouses and coal or diesel plants in our community means more opportunities. I believe that the key is in education and showing that small actions such as raising awareness about excess garbage, or recycling, are tangible tasks that our communities can put into practice” she tells us.

Dolores' future goals regarding environmentalism are very practical: for her, it is imperative that people reconnect with nature. “Our ancestors took care of the land. Now what we do is take advantage of what it offers us and ignore its needs, all due to the capitalist mentality with which we live, and I include myself in this”, she says.

Dolores' transformation is still ongoing; Just as she went from being a girl who loved spending all her time in nature, to a young ambitious woman, to realize that her calling was elsewhere, Dolores is ready to take another step and be a source of information, education, and hope.

During Hispanic Heritage Month, and every day, Sierra Club stands in solidarity with these new Latino voices and their daily struggle to protect the environments, spaces, and communities to which they belong from the threats and consequences of climate change.