Combate el cambio climático en cinco pasos: haz composta. Fight Climate Change in Five Steps: Start Composting.

Adaptado al español por Gretchen Fournier del artículo original publicado en NPR.com

Alrededor del 8 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero vienen de desperdicios de alimentos, y aproximadamente la mitad de todos los desperdicios de éstos ocurren durante la "etapa de consumo", es decir, los desperdicios de restaurantes y hogares. Pero por mucho que planifiques tus comidas y reduzcas el desperdicio, hay ciertas cosas que simplemente no vas a comer, como cáscaras de plátano o los topes de las piñas.

Mantener los alimentos fuera de los vertederos puede ayudar a combatir el cambio climático. Y, afortunadamente, existe una solución fácil para el desperdicio de alimentos en el hogar: ¡compostar! 

No importa si estás en una casa en los suburbios o en un pequeño apartamento. Estos 5 simples pasos te ayudarán a convertir los desechos de alimentos en abono para las plantas y el suelo.

1. Selecciona tus sobras de comida

Comienza con frutas y verduras: la piel de una batata, la parte superior de las fresas, también las bolsitas de té, la borra del café molido, cáscaras de huevo, flores viejas, ¡incluso cabello humano!

Sin embargo, la carne y los productos lácteos ya es algo más complicado. Leonard Diggs es el director de operaciones de Pie Ranch Farm en Pescadero, California. Él dice que debes preguntarte: "¿atrae roedores? ¿Atrae animales a la pila de composta? Es probable que los productos como carnes y lácteos produzcan esta situación".

¿Otras cosas que pueden atraer plagas? Comida cocinada, cosas aceitosas, mantecosas y huesos.

También es importante tener en cuenta que algunos productos dicen ser "compostables", como "bolsas compostables" y "toallitas compostables". Estos pueden usarse para composta en instalaciones industriales, pero en realidad no funcionan para el compostaje doméstico.

2. Guarda las sobras de comida

Cuando estés compostando, las sobras deben ser parte de un proceso en capas y deliberado, el cual acelerará la descomposición. Hay un método para agregarlos a la pila (¡mira el paso 4!), por lo que deberás almacenarlos en un recipiente para poder añadirlos poco a poco. Además, puedes guardar los restos de comida en una bolsa en el congelador o en la parte trasera del refrigerador. Esa es una manera fácil de evitar olores e insectos en tu cocina.

3. Elige un lugar para hacer tu composta

Para este paso, debes pensar en el espacio en el que vives actualmente. Si no tienes un patio trasero y aún deseas tener una experiencia de compostaje tradicional, puedes unir a varios vecinos que quieran tener la misma experiencia y juntar todas las sobras de comida en una pila de composta, en un jardín comunitario o en el patio de algún voluntario.

Si deseas descomponer los restos de comida en tu propio apartamento, hay opciones. Jeffrey Neal, director del negocio de compostaje Loop Closing en Washington D.C., es un gran admirador de las lombrices. Él dice que no necesitas un recipiente grande para "vermicompostaje" (compostaje basado en lombrices), una caja de 5 galones es suficiente.

Otra idea para espacios pequeños, dice Neal, es fermentar los restos de comida con un método japonés llamado Bokashi. "Todo lo que necesitas es un recipiente que puedas sellar y una mezcla de Bokashi, una colonia de bacterias en el grano". (Aquí hay más información en inglés sobre cómo usar gusanos y Bokashi).

Por supuesto, no pasa nada si quieres darle los restos de comida a otra persona para que haga abono. Algunos municipios y ciudades recogen los restos de comida de tu casa. También puedes preguntar en restaurantes o mercados de agricultores locales para ver si tienen programas para recibir sobras de alimentos.

4. Haz la mezcla de composta

En el mundo del compostaje, inevitablemente escucharás hablar de "los verdes y los marrones", los dos ingredientes principales de tu mezcla.

Los "verdes" suelen ser restos de comida, como cáscaras de frutas y verduras, borra de café o, si tienes un jardín, recortes de césped. Estos agregan nitrógeno, un elemento crucial para el crecimiento microbiano. Los microorganismos son los verdaderos héroes de este proceso, hacen el trabajo pesado de la descomposición.

Los "marrones" son más ricos en carbono: piense en cartones de huevos, periódicos, hojas secas y agujas de pino. Otra cosa que ayuda es triturar los productos de papel antes de añadirlos a la pila de composta.

Es bueno recordar que los materiales verdes suelen estar húmedos y los materiales marrones suelen estar secos. Cuando estás armando las capas, lo ideal es colocar los marrones secos en la parte inferior con los verdes húmedos en la parte superior.

Una analogía útil es pensar en cuidar la composta como si fuera un fuego. Así como en una fogata hay que estructurar la madera para que entre el aire, en la composta hay que hacer algo parecido, añadiendo espacios para oxigenar a esos heroicos microbios.

Y realmente se trata de formar capas: marrones y luego verdes, marrones y luego verdes. La cantidad de capas depende del espacio disponible y la cantidad de restos de comida, pero trata de mantener las capas entre una pulgada o dos. También puedes poner un poco de café en la parte superior para mantener alejadas las moscas y los olores.
En cuanto a la proporción de "marrones" a "verdes", a menudo escuchas tres o cuatro partes de marrones por una parte de verdes. A veces dos a uno. En última instancia, siempre vas a querer más marrones que verdes; nuevamente, debes tener el seco para absorber la humedad.