Sierra & Tierra: Sed Mundial por Energía Limpia

Arbol marchitado por la sequía con la sedienta Ciudad del Cabo al fondo (Foto: Getty Images)

 

¿Qué le parecería que toda su familia tuviera que lavarse con la misma agua, o tener que purificar aguas cloacales para lavar la ropa o no poder usar más de 50 litros (13 galones) diarios?

 

Estas y otras medidas extremas tuvo que poner en práctica Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, para evitar literalmente quedarse sin agua. Debido a la peor sequía de su historia, una de las ciudades más bellas de Africa estuvo a punto de cerrar el grifo para sus cuatro millones de habitantes y temió que ese fatídico Día Cero llegaría a mediados de este mes de abril. Por fortuna la determinación de las autoridades y la disciplina de sus habitantes evitó semejante catástrofe. Aún así, la sequía continúa sin cesar.

 

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar, porque varias megalópolis del mundo corren el mismo riesgo de quedarse sin agua, incluyendo Los Angeles, Ciudad de México, Londres y Tokio. Y la causa común que intensifica esta escasez es la crisis climática, desatada fundamentalmente por la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas.

 

Phoenix, AZ, —considerada la ciudad menos sostenible del planeta— es una seria candidata a convertirse en la Ciudad del Cabo de Estados Unidos. Con una media anual de menos de ocho pulgadas de lluvia, la mayoría de su suministro de agua proviene del Lago Mead, a 300 millas de distancia. Y pese a sufrir uno de los peores ejemplos de desparrame urbano en pleno desierto, Phoenix no cuenta con ningún plan de ahorro de agua. Según el gobierno federal, la ciudad sufrirá una sequía de cinco o más años en cada década en los próximos 50 años.

 

El planeta nos está advirtiendo seriamente que tenemos que cambiar de rumbo y reducir drásticamente las emisiones de efecto invernadero. Y eso es precisamente lo que están haciendo más de 50 ciudades en Estados Unidos que se han comprometido a obtener toda su energía eléctrica de fuentes limpias y renovables. Estas incluyen ciudades con gran representación hispana, como San Francisco, San Diego, San José, Orlando o Atlanta. Además, Los Angeles, la segunda mayor ciudad del país, ya ha dado los pasos iniciales para este compromiso limpio y renovable.

 

Esta revolución está triunfando pese a los esfuerzos de la administración Trump de favorecer la caduca energía sucia. FirstEnergy Solutions, una de las mayores compañías eléctricas del país, suplicó a la administración que le concediera un subsidio para evitar la bancarrota y continuar operando sus obsoletas plantas carboneras y nucleares, las cuales no pueden competir con fuentes limpias más baratas y eficaces. El desbarajuste de la energía sucia continúa imparable en estados como Texas,  California, Arizona, Washington y Wyoming.

 

El público en general favorece esta crucial revolución. Una encuesta encargada por el Sierra Club en cinco estados mostró un decidido apoyo —especialmente entre los hispanos— a usar un 100% de energía limpia.

 

Del total de hispanos encuestados en Colorado, Michigan, Ohio, Virginia y Pennsylvania, el 79% apoya un pleno de energía limpia y renovable para 2030. El 70% del total de encuestados hispanos dijo que favorecería a un candidato que defendiera generar un 100% de la electricidad por medio de fuentes limpias y renovables. Y dos terceras partes de los encuestados hispanos opinaron que estas metas son “realistas”.

 

Es un ejemplo más de la sed mundial por energía limpia y renovable que proteja al planeta para futuras generaciones.