Hijo eres, padre serás…/A Son Today, A Father Tomorrow…

English Follows

“Hijo eres, padre serás”... Para mí no tenía sentido aquella frase que solía decirme mi padre cuando era niño, pero mágicamente cobró sentido la primera vez que vi a mi hijo. Fue algo impactante y transformador a la vez. Mi primer pensamiento fue, caramba, ¿cómo hago para proteger a esta criaturita en un mundo como éste?

En aquel momento comprendí de golpe tantas cosas, que como hijo no había entendido. Pero ahora en mi nuevo rol de padre, todo quedaba muy claro. En mis manos tenía una inmensa responsabilidad, un gran privilegio, y no sabía cómo hacerlo. Ciertamente no tenía un manual o libro para seguirlo, pero si tantas cosas que había aprendido de mi padre.  

Al convertirte en padre, tu mundo cambia diametralmente, da un giro de 180º, y a partir de entonces, nada será igual. No bastará con proteger, amar y educar a tus hijos, hay que ir más allá, enseñarles que deben compartir el mundo en el que viven con el resto de las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente que nos rodea.

En esta era del Antropoceno, tenemos una oportunidad de oro: preparar mejor a la siguiente generación para que tenga una mayor conciencia de su entorno, para que asuman una defensa más integral y profunda de la naturaleza. Y eso solo lo lograremos educando a nuestros hijos con el ejemplo.  

Tuve la gran suerte de haber tenido unos padres que se preocuparon por enseñarme los fundamentos básicos del mundo natural y a respetarlo

Recuerdo que íbamos a pasear a parques o a lugares donde los paisajes eran de gran belleza. Cada paseo era una aventura. 

En esos sitios, aprendí a apreciar las maravillas del mundo natural: era muy divertido explorar y observar insectos, aves, ranas, flores, semillas, hojas, rocas y plantas.

Claro, conté con la paciencia y sabiduría de mi padre, y de mi madre, siempre dispuestos a responder mis preguntas, por difíciles que fueran.

Y es que el mundo de los niños es como un cuaderno en blanco, pero lleno de inquietudes, y aunque no tengamos todas las respuestas, es importante ayudarlos a expresar esas ideas a través de actividades divertidas e interesantes, como por ejemplo:

  • Llevarlos a paseos y excursiones al aire libre, para que se rodeen de un entorno natural, que puede ser un bosque, un campo, montaña e incluso un río o playa.
  • Plantar un árbol con tus hijos.
  • Llevarlo a visitar un vivero, una granja, o el jardín botánico.
  • Hacer junto a tus hijos un huerto en casa, balcón el alféizar de la ventana, y ver cómo crecen las plantas y flores.
  • Regalarle una mascota a tu hijo, adoptada de un refugio para animales, así aprenderá a quererla y ser responsable con otros seres vivos. 

De alguna manera esa exposición al aire libre creó en mí una fuerte conexión con el medio ambiente, que me ha permitido hacer lo mismo con mi hijo, transmitiéndole ese amor y profundo respeto por la naturaleza. Con gran satisfacción, he visto a lo largo de los años que ha desarrollado el mismo sentimiento, así como una gran fascinación por los animales y en especial, el mundo de los hongos silvestres.

Si logramos inculcar a nuestros hijos que la salud del planeta depende de nosotros, estaremos dando un gran paso. Debemos sembrar esa semilla para que germine una fuerte conciencia ambientalista, y regarla con ejemplos y conocimiento para que puedan preservar un mundo mejor, para ellos y los hijos de sus hijos.

El Sierra Club felicita a todos los padres en su día, reconociendo su labor de transmitir educación y valores a los niños, respeto hacia todos los seres vivos por igual y en especial al medio ambiente.

English

“A son today, a father tomorrow"... That phrase my father used to tell me when I was a child didn't make sense to me, but it magically made sense the first time I saw my son. It was something shocking and transformative at the same time. My first thought was, “Wow, how do I protect this little creature in a world like this?”

At that moment, I suddenly understood so many things that I hadn't grasped as a son. But now, in my new role as a father, everything became very clear. I held an immense responsibility, a great privilege, and I didn't know how to do it. Certainly, I didn't have a manual or a book to follow, but I had learned so many things from my father.

When you become a father, your world changes diametrically, it takes a 180-degree turn, and from then on, nothing will be the same. It won't be enough to protect, love, and educate your children; you have to go beyond and teach them that they must share the world they live in with the rest of the people, animals, plants and the environment that surrounds us.

In this Anthropocene era, we have a golden opportunity: to better prepare the next generation to have a greater awareness of their environment, and to embrace a more comprehensive and profound defense of nature. And we can only achieve that by educating our children through example.

I was incredibly fortunate to have parents who cared about teaching me the basic principles of the natural world and respecting it. I remember going for walks in parks or to places with breathtaking landscapes. Every outing was an adventure.

In those places, I learned to appreciate the wonders of the natural world. It was so much fun to explore and observe insects, birds, frogs, flowers, seeds, leaves, rocks, and plants.

Of course, I had the patience and wisdom of my father and mother, always willing to answer my questions, no matter how challenging they were.

Children's minds are like blank canvases filled with curiosity. Even if we don't have all the answers, it's important to help them express their ideas through fun and engaging activities, such as:

  • Take them on outdoor walks and excursions to immerse them in a natural environment, such as a forest, field, mountain, river, or beach.
  • Plant a tree with your children.
  • Take them to visit a nursery, farm, or botanical garden.
  • Create a small garden together at home, whether it's on a balcony, window sill, or backyard, and watch the plants and flowers grow.
  • Gift your child a pet adopted from an animal shelter, teaching them to love and be responsible towards other living beings.

In a way, that exposure to the outdoors created a strong connection with the environment in me, allowing me to do the same with my child by passing on that love and profound respect for nature. With great satisfaction, I have seen over the years that they have developed the same sentiments, as well as a deep fascination with plants and animals, especially the world of wild mushrooms.

If we manage to instill in our children the understanding that the health of the planet depends on us, we will be taking a significant step. We must sow the seed of environmental consciousness so that a strong environmental awareness can sprout, nurturing it with examples and knowledge, enabling them to preserve a better world for themselves and for future generations.

The Sierra Club extends its congratulations to all parents on their day, recognizing their role in imparting education and values to children, promoting equal respect for all living beings and, in particular, the environment.