La Corte Suprema Debilita de Nuevo La Ley de Derechos del Votante

Washington, DC — La Corte Suprema volvió a debilitar la Ley de Derechos del Votante en su decisión de hoy. El caso, Brnovich vs the Democratic National Committee, impone un estándar indebido para probar violaciones de la Sección 2 de la Ley de Derechos del Votante que amenaza con socavar el principal propósito de la ley: eliminar prácticas electorales discriminatorias de todo tipo. La decisión surge tras que 48 estados hayan presentado casi 390 propuestas de ley que restringen el acceso a las urnas solo este año. 

 

La Ley para el Pueblo (For he People Act), la cual goza del apoyo del 83% de los votantes en todo el país y que ya ha sido aprobada por la Cámara de Representantes, y la Ley de Derechos del Votante John Lewis lucharían contra estas egregias iniciativas supresoras y convertirían en ley el derecho de todos los estadounidenses al voto. La semana pasada, los senadores republicanos explotaron el filibusterismo parlamentario para retrasar la Ley para el Pueblo. Sin la reforma del filibusterismo, seguirán desprotegidos los derechos electorales de millones de estadounidenses.

 

 

“Todas las personas deberían tener derecho a respirar aire limpio, beber agua limpia y participar en nuestra democracia sin importar la raza, el ingreso o el código postal. Pero la decisión de la Corte Suprema de hoy debilita significativamente la protección de la Ley de Derechos del Votante al acceso equitativo a la democracia, particularmente para millones de personas latinas y negras. La Ley de Derechos del Votante es tan crucial ahora como lo fue cuando fue promulgada. No obstante, la decisión de hoy debilita aún más esta debilitada ley. El voto es el pilar de nuestra democracia, y a todos los estadunidenses elegibles se les tiene que garantizar la libertad de ejercer su derecho al voto. 

 

“Ya basta. El Senado tiene que aprobar la Ley para el Pueblo y la Ley de Derechos del Votante John Lewis sin retrasos ni obstáculos, especialmente los basados en la supremacía blanca, como el filibusterismo parlamentario. Sabemos que los derechos civiles, los empleos y el medio ambiente dependen todos de la salud de nuestra democracia. Seguiremos peleando hasta que todos los estadounidenses puedan votar libremente”.

 

(English)

Supreme Court Continues To Gut Voting Rights Act

WASHINGTON, DC -- Today, the Supreme Court ruled 6-3 to further weaken the Voting Rights Act. The case, Brnovich v. the Democratic National Committee, imposes a cramped standard for proving a violation of Section 2 of the Voting Rights Act that threatens to undermine the Act's core purpose: to eliminate discriminatory voting practices of all kinds. That decision arrives as 48 states have introduced nearly 390 bills restricting access to the polls this year alone.

The For The People Act, which is supported by 83% of Americans nationwide and already passed the House, and the John Lewis Voting Rights Act would combat these egregious voter suppression bills and enshrine the right of all Americans to vote into law.  Just last week, Senate Republicans exploited the filibuster to delay the For The People Act. Without filibuster reform, voting rights for millions of Americans will remain unprotected

In response, the Sierra Club’s Democracy Program Director Courtney Hight released the following statement:

“Every person should have the right to clean air, to safe drinking water, and equal access to our democracy regardless of race, income, or zip code. But today’s Supreme Court decision significantly weakens the Voting Rights Act’s protection of equal access to our democracy, particularly for millions of Black and Brown Americans. The Voting Rights Act is as critical today as it was the day it was enacted, yet today’s decision further weakens an already weakened law. Voting is the bedrock of our democracy, and all eligible Americans must be guaranteed the freedom to exercise their right to vote. 

“Enough is enough. The Senate must pass the For the People Act and the John Lewis Voting Rights Act and do so without delay or barriers, especially those rooted in white supremacy, such as the filibuster.  We know that our civil rights, our health, our jobs and our environment depend on the health of our democracy, and we will continue to fight until all Americans are able to freely vote.”

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