Las Bombas de Cianuro/Cyanide Bombs

(English Follows)

Lo último: tras la protesta pública, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha anunciado que está revirtiendo su decisión de volver a autorizar el uso de las letales "bombas de cianuro" M-44. En un comunicado de prensa, la EPA dijo que "reevaluaría el uso de dispositivos M-44 para controlar animales salvajes que atacan al ganado y a otros animales". Sin embargo, la agencia también declaró que esto no significa que esté actualmente prohibido utilizar los dispositivos. 

A principios de agosto la EPA anunció que había re-autorizado el uso de "bombas de cianuro" para matar animales salvajes depredadores. Estos dispositivos al activarse disparan en la boca del animal una cápsula letal que contiene cianuro de sodio.

Según el Departamento de Agricultura, las bombas de cianuro M-44 mataron a más de 6,000 animales solo el año pasado, incluidos cientos que no eran depredadores. Coyotes y zorros murieron envenenados por las bombas; pero también zarigüeyas, mapaches, zorros, jabalíes, zorrillos y hasta un oso negro.

En agosto de 2017, WildEarth Guardians y el Centro para la Diversidad Biológica presentaron una demanda solicitando la prohibición del uso de bombas de cianuro M-44. La petición fue denegada, pero la demanda provocó una revisión del programa. La reautorización autorizada a principios de este mes, vuelve a permitir el uso de M-44 de manera limitada, a la espera de los resultados de una investigación más amplia del impacto en las especies en peligro de extinción.

Además del impacto en la vida silvestre, una serie de incidentes que han ocurrido ha generado gran preocupación. En marzo de 2017, a un niño de 14 años y a su perro les explotó una bomba de cianuro. El perro murió y el niño tuvo que ser hospitalizado intoxicado gravemente por el cianuro.  

Este año, la EPA recibió más de 20,000 comentarios en contra de la reautorización de las bombas de cianuro y apenas 10 comentarios a favor de la renovación. Los opositores a los dispositivos argumentan que los depredadores pueden controlarse con alternativas no letales. Pero muchos ganaderos están convencidos de que las alternativas no letales no son suficientes para proteger a sus rebaños.

Adaptado al español por Fabián Capecchi.
Basado en el artículo original de Chloe Zilliac publicado en la revista Sierra.

 

 Cyanide bombs


PHOTO BY ADRI/ISTOCK

Update: Following public outcry, the EPA has announced that it is reversing its decision to reauthorize the use of deadly M-44 “cyanide bombs” to kill wildlife. In a press release, the EPA said it would “reevaluate the use of M-44 devices to control wild animals that prey on livestock and other animals.” However, the agency has also stated that the reversal doesn’t mean are currently barred from using the devices.

In early August the EPA announced that it had re-authorized the use of "cyanide bombs" to kill predatory wild animals. When activated, the devices fire a lethal capsule containing sodium cyanide in the animal's mouth.

According to the Department of Agriculture, M-44 cyanide bombs killed more than 6,000 animals last year alone, including hundreds that were not predators. Coyotes and foxes died poisoned by the bombs, but also possums, raccoons, foxes, wild boars, skunks and even a black bear.

In August 2017, WildEarth Guardians and the Center for Biological Diversity filed a lawsuit requesting the ban on the use of M-44 cyanide bombs. The request was denied, but the lawsuit prompted a review of the program. Authorized reauthorization earlier this month, allows the use of M-44 in a limited manner, pending the results of a wider investigation of the impact on endangered species. 

In addition to the impact on wildlife, a series of incidents that have occurred have generated great concern. In March 2017, a cyanide bomb exploded on a 14-year-old boy and his playing dog. The dog died and the boy had to be hospitalized severely intoxicated by cyanide. 

Aside from the impact of M-44s on wildlife, a string of incidents involving M-44s and family pets has prompted concern that the devices pose an unreasonable risk to humans and their companion pets. In March 2017, a 14-year-old boy and his family dog exploded an M-44 while playing on a hillside behind their home, killing the dog and exposing the boy to cyanide. The wildlife advocacy group Predator Defense reports that the use of M-44s has resulted in nearly 50 dog deaths and over 10 human injuries since 1990.  

Earlier this year, EPA received more than 20,000 comments against the reauthorization of cyanide pumps and only 10 comments in favor of the renewal. Opponents of the devices argue that predators can be controlled with non-lethal alternatives, but many farmers are convinced that non-lethal alternatives are not enough to protect their flocks. 

Adapted to español by Fabián Capecchi
Based on an original article by Chloe Zilliac published on Sierra Magazine.