Para los Latinos, las Llamas Arden con Más Intensidad/For Latinos, the Climate Crisis Flames Burn Hotter

Las advertencias de la Pachamama, la Madre Tierra, de que estamos abusando del único planeta habitable que conocemos crecen en intensidad.

El Noroeste de Estados Unidos y el Suroeste de Canadá han sufrido las peores olas de calor de su historia, con pasmosos récords de temperatura. Quillayute, WA, por ejemplo, alcanzó los 110 grados, 45 más que su temperatura media y 11 más que su anterior récord. Unas 600 personas han perecido debido a esta tragedia. La ciencia nos asegura que sin la crisis climática este calor extremo hubiera sido “virtualmente imposible”. Al mismo tiempo, la sequía se extiende por el 93% del Oeste de Estados Unidos, algo sin precedentes.

Las condiciones para una nueva temporada récord de olas de calor e incendios forestales se acumulan, y nosotros los latinos tenemos que tomar especiales precauciones para confrontar las próximas semanas y meses. Estudios han indicado que nosotros tenemos el triple de probabilidades de morir de calor que el resto de la población. Millones de latinos trabajan en la agricultura y la construcción, actividades a la intemperie que nos hacen mucho más vulnerables a las olas de calor y sus consecuencias a la salud. Además, la inequidad y el abuso económico, carecer de seguro médico y la falta de estatus migratorio legal acentúan esta vulnerabilidad.

Un nuevo estudio confirma una vez más que la crisis climática nos afecta desproporcionadamente en todas sus facetas, incluyendo los incendios forestales. Usando datos del Censo, aseguradoras y el saldo de estos desastres, la firma risQ, la cual analiza los riesgos climáticos, concluyó que nosotros confrontamos los mayores riesgos de estos incendios. risQ indica que tenemos el doble de probabilidades de vivir en las zonas más amenazadas por los incendios que el resto de la población. En cambio, para los residentes blancos, en la última década, su riesgo de sufrir las consecuencias de un incendio ha descendido.

Una combinación de factores —como la escasez de vivienda y la falta de recursos económicos— fuerzan a familias latinas a vivir en las zonas más proclives a los incendios. El reporte revela que entre 2010 y 2019, el número de latinos que se han mudado a esas áreas aumentó un asombroso 223%, mientras que la población blanca en esas zonas descendió un 32% en el mismo periodo de tiempo.  

Mientras tanto, los verdaderos causantes de la emergencia en la que vive la humanidad, continúan sus engaños y sus esfuerzos por entorpecer la acción climática que todos necesitamos urgentemente. Dos activistas de Greenpeace, haciéndose pasar por reclutadores corporativos, entrevistaron a ejecutivos de Exxon, quienes revelaron cómo el gigante petrolero embauca al resto del mundo. Keith McCoy, un cabildero de Exxon, calificó en cámara los planes del Presidente Biden de reducir las emisiones climáticas de “locura” y confesó que Exxon ha atacado la ciencia climática agresivamente por medio de “grupos solapados”. Asimismo, admitió que las declaraciones de la corporación en apoyo de un impuesto a las emisiones de carbono son una engañifa que nunca va a ocurrir.

Durante décadas, Exxon y el resto de los peores contaminadores climáticos del mundo han conocido los efectos catastróficos de su productos e invertido cientos de millones de dólares en enturbiar y negar la ciencia climática.

¡Ya basta! Comunidades como la nuestra exigimos que el Congreso apruebe un gran plan audaz de infraestructura que ataque la crisis climática como se merece e invierta en la economía de energía limpia para reducir la contaminación climática y abrir camino a la revolución energética que proteja a nuestras familias y su futuro.

Porque para nosotros, las llamas arden con más intensidad. 

(English)

For Latinos, the Climate Crisis Flames Burn Hotter

The warnings from Pachamama, our Mother Earth, about our abusing the only habitable planet we know are growing in intensity.

The Northwest US and Southwest Canada have suffered the worst heatwaves in their history, registering astounding temperature records. Quillayute, Washington, for instance, hit 110 degrees Fahrenheit, 45 degrees above average and 11 more than the previous record. Some 600 people have died in this tragedy. The science tells us without the climate crisis, this extreme heat would have been “virtually impossible.” At the same time, drought conditions are currently impacting an unprecedented 93 percent of the US West.

The conditions for a new record season of heatwaves and wildfires keep piling up, and we Latinos must take special precautions to confront the upcoming weeks and months. According to studies, we are three times as likely to die of excessive heat than the rest of the population. Millions of Latinos work in farming and construction, outdoor activities that make them much more vulnerable to heat and its health consequences. Moreover, inequity and economic abuse, the lack of health insurance and the undocumented migratory status of millions accentuate this vulnerability.

A new report confirms once again that the climate crisis impacts us disproportionately in all its facets, including wildfires. The firm risQ, which analyzes climate risks using data from the Census, the insurance industry and the toll of these disasters, concluded that we Latinos are the most at risk of harm from wildfires. The report indicates that we are twice as likely to live in the areas most exposed to wildfires as the rest of the population. White residents' risk of being impacted by wildfires has decreased in the last decade.    

A combination of factors—such as scarcity of housing and lack of economic resources—forces our families to live in the most fire-prone areas. risQ’s report reveals that between 2010 and 2019, the number of Latinos who have moved to those areas increased by a whopping 223 percent, whereas the white population in those same zones has decreased by 32 percent in the same period.

In the meantime, the true perpetrators of the planetary emergency we all live in continue to deceive us and hamper the climate action we all urgently need. Two Greenpeace activists, posing as corporate recruiters, managed to interview two Exxon executives, who, on camera, described how the corporation cons the rest of the world. Keith McCoy, a senior Exxon lobbyist in Washington, DC, called President Biden’s plans to reduce greenhouse emissions “insane” and confessed that Exxon has used “shadow groups” for decades to attack climate science. He even admitted that the corporation’s overt support for a carbon tax is a lie that will never happen.

Ever since the 1970s, Exxon and the rest of the world’s climate polluters have known the catastrophic effects of their products and invested hundreds of millions of dollars in mudding the public debate and denying the science.

Enough! Communities like mine demand that Congress pass a big, bold infrastructure plan that addresses the climate crisis on the size and scale required and invests in the clean energy economy to reduce climate pollution and make way for the clean energy revolution that will protect our families and their future.

Because for us Latinos, the climate crisis flames burn hotter.