Vitamina N o el efecto sanador de la naturaleza/ Vitamin N or Nature's Healing Effect

Artículo original de Fabián Capecchi.

Así como existen vacunas para muchas enfermedades, existe otra muy poderosa capaz de ayudarte a sanar los males alojados en el alma, asociados al estrés, la ira, la depresión o la ansiedad extrema, esa vacuna es la propia naturaleza. 

Una investigación realizada en hospitales, oficinas y escuelas ha encontrado que incluso una simple planta en una habitación puede tener un impacto significativo en el estrés y la ansiedad.

La exposición a la naturaleza no solo te hace sentir mejor emocionalmente, sino que también contribuye a tu bienestar físico, reduciendo la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y la producción de hormonas del estrés. 

Según una serie de estudios de campo realizados por Kuo y Coley en el Laboratorio de Investigación del Medio Ambiente Humano, el tiempo que pasamos en la naturaleza nos conecta entre nosotros y con el mundo en general. Otro estudio de la Universidad de Illinois sugiere que los residentes de viviendas públicas de Chicago que tenían árboles y espacios verdes alrededor de su edificio informaron conocer a más personas, tener sentimientos más fuertes de unidad con los vecinos, estar más preocupados por ayudarse y apoyarse mutuamente y tener sentimientos más fuertes de pertenencia que los inquilinos en edificios sin árboles. Además de este mayor sentido de comunidad, tenían un menor riesgo de delincuencia callejera, menores niveles de violencia y agresión entre parejas domésticas y una mejor capacidad para hacer frente a las demandas de la vida, especialmente el estrés de vivir en la pobreza.

¿Pero cómo funciona esa conexión?

La interacción con la naturaleza supone una forma de reconexión, en la visita a lugares naturales abiertos como parques, ríos, montañas y jardines, que nos permiten entender que somos parte de un gran todo. Es como una terapia de grupo en la que los otros participantes son los árboles, animales, las flores, las aguas, la tierra y el viento. A eso se le conoce como vitamina “N”, de naturaleza.

Las personas no se dan cuenta que vivir en lugares urbanos, o pasar tanto tiempo frente a una computadora, o conectado a la red le genera una serie de ansiedades que continúan acentuándose con la rutina diaria que va separándolos hasta que terminan enfermando.

Un estudio de 2018 del King 's College London descubrió que la exposición a los árboles, el cielo y el canto de los pájaros es beneficiosa para nuestra salud psicológica. Y tampoco lleva mucho tiempo cosechar los beneficios del aire libre. En 2020, investigadores de la Universidad de Cornell descubrieron que tan solo 10 minutos en un entorno natural pueden ayudarnos a sentirnos más felices y disminuir los efectos del estrés tanto físico como mental.

Muchas de nuestras comunidades latinas que viven rodeadas de contaminantes o encerradas en entornos urbanos donde la accesibilidad a los parques naturales es bastante difícil, podrían enriquecer sus vidas y mejorar sus interrelaciones a través de los programas que existen en algunos estados para llevarlos a estos lugares abiertos.  

Sergio Ávila, destacado biólogo, conservacionista de la vida silvestre e inmigrante trabaja como Coordinador del Programa de Excursiones Locales con el Sierra Club, en Tucson, Arizona. Pero su área de trabajo abarca otros cuatro estados, Colorado, Utah, Nuevo México y Nevada. Se dedica a coordinar caminatas y paseos a la naturaleza, precisamente para ayudarle a la comunidad hispana a entender la importancia de vivir vinculada a la tierra y respetar la naturaleza que nos da todo. La conservación del ambiente y la justicia medioambiental son una sola. 

“Quise trabajar como guía conservacionista para estar en contacto con familias y mostrarles que la conservación es importante, sanadora, que es algo que hemos hecho desde el inicio de nuestra historia, siempre hemos sido ecológicos.”

“La tierra depende del árbol, los insectos, el pájaro, el aire limpio y el agua, alimenta a los grupos indígenas, somos un todo, estamos interrelacionados completamente.”

Por otra parte, la  Fundación Corazón Latino  es una una organización nacional sin fines de lucro que busca generar iniciativas sociales, ambientales y de conservación que fomenten la protección de los recursos naturales. Tiene programas para la sanación a través de los ambientes naturales, y educan para aliviar muchos los males que sufre la comunidad hispana, como la violencia doméstica y el racismo. 

El Sierra Club entiende la importancia sanadora de la naturaleza y promueve que las comunidades y sobretodo las familias tengan cada vez mayor acceso a los parques nacionales y lugares abiertos.