Compañías extranjeras capitalizando con minerales de Latinoamérica/Foreign Companies Profit from Latin American Minerals

Adaptado al español por Isa Traverso del artículo original publicado en el Tennessee Tribune.

Desde la época colonial, América Latina ha atraído a inversionistas extranjeros en busca de minerales, un proceso que involucra grandes sumas de dinero y una carga para las comunidades locales.La explotación de minerales en América Latina y el Caribe ha sido una fuente de ingresos esencial para la región desde el siglo XVI. Ahora, esa zona es la principal exportadora de oro, plata, plomo y cobre. Brasil también exporta hierro.

Los minerales más buscados son el litio y el niobio, fundamentales para la industria tecnológica. Desafortunadamente, la minería ha tenido un impacto adverso en las comunidades locales de recursos naturales de América Latina.“El problema de la minería es grave en México y otros países de América Latina”, dijo Alejandra Casso, ambientalista mexicana, enfatizando que la población sufre consecuencias sociales, de salud y económicas.


Los ríos de lodo dejan una marca costosa en la tierra, gran parte de la cual está habitada por grupos indígenas. *** Los ríos de lodo industrial dejan una marca costosa en la tierra, mucha de la cual es habitada por grupos indígenas. (Ivan Bandura / Unsplash)

Las empresas que no siguen prácticas ambientales aceptables terminan arrojando desechos industriales en ríos o lagos, afectando la calidad del agua y la biodiversidad del área cercana a la mina. A menudo ubicadas en tierras indígenas, las zonas mineras de metales también enfrentan conflictos entre los lugareños, los funcionarios del gobierno y las empresas mineras que a veces reciben soluciones inmediatas pero a corto plazo. Los problemas a largo plazo generalmente no se resuelven.

Las manifestaciones políticas que reclaman por los derechos de los trabajadores, por mejores condiciones laborales, equipos y suministros adecuados y por un mayor cuidado del medio ambiente, han sido la norma en México durante décadas. Los activistas median entre las poblaciones afectadas, el gobierno y las agencias internacionales. “La industria minera roba nuestra riqueza, dejando grandes pérdidas. Dañan las tierras agrícolas, contaminan los ríos y afectan todo el medio ambiente ”, dijo Casso.


La actividad minera en Perú ha devastado el paisaje. (Fabio Hanashiro/Unsplash)

Mientras los activistas creen que las corporaciones mineras obtienen grandes ganancias con una mínima inversión y además dañan tierras, a menudo indígenas, otros argumentan que la minería invierte y crea empleos. A menudo, los gobiernos ayudan a las empresas reduciendo las restricciones legales y reglamentarias.“El problema es que las empresas mineras ofrecen desarrollo y empleo, pero nunca advierten de las grandes consecuencias que trae la minería”, dijo Casso.

Los gobiernos latinoamericanos suelen otorgar a las empresas las concesiones que necesitan a cambio de su inversión económica. Eso sucedió en las tierras sagradas de la nación Huichol en el norte de México. El gobierno otorgó a la Canadian First Majestic Silver Company más de 70 concesiones mineras, a pesar de la oposición del pueblo Huichol y del Frente de Defensa Wirikuta. Al menos 60.000 personas se unieron al Wirikuta Fest, un concierto de apoyo a la nación huichol, en 2012. La empresa minera anunció que devolvió algunas de sus concesiones a la comunidad indígena, lo que resultó ser falso.

A los críticos les preocupa que muchos países no logren un equilibrio entre los supuestos beneficios económicos y fiscales y los costos para el medio ambiente, el desplazamiento de las comunidades y el conflicto social, según la American University. Los países asiáticos se han sumado recientemente a empresas extractivas en América Latina.

Para nosotros en el Sierra Club es una labor primordial el acabar con la explotación de las tierras y más aún cuando son sagradas para las comunidades indígenas Latinoamericanas. Nuestras voces cuentan y si somos testigos de injusticias ambientales como estas, alcemos las banderas de alerta y llamemos a actuar.