HHM - Jorge Luis Ceballos, el guardián de las nieves/ Jorge Luis Ceballos, The Snow Guardian

English Follows

Recuerdo entre aquellas historias que nos contaban cuando niños una en particular sobre un personaje que vivía en las montañas nevadas, un ‘hombre de las nieves’ que las protegía y velaba por ellas para que fuesen respetadas.

Ese personaje existe y se llama Jorge Luis Ceballos. Uno de los últimos glaciólogos del mundo, una profesión que se extingue, al mismo ritmo que van retrocediendo y desapareciendo los glaciares del mundo.

Jorge Luis es científico, estudió en Bogotá, Colombia, de donde es originario y en 1994 decidió ocuparse de lo que nadie, o casi nadie se ocupaba, los glaciares. Esos inmensos reservorios de agua dulce congelada en las cimas del mundo, un vestigio de épocas pasadas, cuando la última glaciación congeló al planeta.  

Jorge Luis Ceballos es un profesional especializado en el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) es una de las pocas personas dedicadas a monitorear la salud de los glaciares y el último de su especie en su país. Pero, ¿por qué los glaciares? porque los glaciares son un laboratorio a cielo abierto donde mejor se puede estudiar el cambio en la temperatura del mundo y todo lo que está ocurriendo con la crisis climática.  

Diecisiete picos nevados están siendo examinados en un programa que coordina el Servicio Mundial de Monitoreo Glaciar en Suiza (WGMS) avalado por la ONU. “Se trata de una radiografía, o mejor, de un electrocardiograma que le mide el pulso al glaciar”, dice Ceballos.

Mucha gente aún piensa que el cambio climático es algo lejano, que apenas comienza a manifestarse, Ceballos afirma que esto viene sucediendo ya desde hace décadas, y sus manifestaciones las podemos observar en el clima como sequías, inundaciones, huracanes, el derretimiento de los polos, incendios catastróficos y todo tipo de anomalías climáticas que van acelerándose, tornándose cada vez más destructivas.

Nadie escapa de la crisis climática, tarde o temprano afectará todo y a todos en el planeta. Y los glaciares son particularmente muy sensibles a estos aumentos de temperatura.

Por ejemplo de 19 glaciares que existían en Colombia en el siglo XIX, tan solo quedan 6 y están en proceso de desaparecer. Solo el glaciar del Nevado de Santa Isabel en 1850 cubría 27.8 kilómetros cuadrados, y ahora apenas quedan 36.1 km cuadrados actualmente (para 2019) pero de toda el área glaciar en Colombia, distribuidos en pequeñas zonas aisladas con hielo.

A pesar de que no alimentan grandes ríos en Colombia, si resultan fundamentales para la vida de varias comunidades indígenas, sobre todo porque permiten la existencia de varias especies nativas que alimentan sus arroyuelos.

En palabras del IDEAM: ”La pérdida de la capa de hielo en los glaciares colombianos se debe a varios efectos que son consecuencia del cambio climático, como el aumento de la temperatura, los cambios en la nubosidad, las variaciones extremas en las precipitaciones, la falta de vientos y la mayor incidencia de la radiación”.

Ceballos admite que una de las causas que mayor contribuyen a su desaparición es la contaminación ambiental, a las emisiones que generan el efecto invernadero y elevan las temperaturas. Esto generará sequías e inundaciones cada vez mayores, para zozobra de las comunidades que viven cerca y alterará la vida de quienes dependen de ellos 

Lamentablemente ya es muy tarde, no podemos hacer nada por salvar los glaciares que quedan en Colombia, al menos que se logre controlar las emisiones de gases en tiempo récord y se logre reducir el aumento de la temperatura. Solo nos resta estudiarlos, monitorear su agonía hasta el final.

Aún así, Jorge Luis Ceballos, nominado al premio Héroes del Paisaje 2020, no pierde la esperanza, y se dedica a enseñar a nuevas generaciones para que aprendan sobre los errores que nos hicieron perder estos vestigios congelados de otras eras.

El Sierra Club honra a estos héroes latinoamericanos que son un ejemplo para todos y nos llena de orgullo, pues dedican sus vidas a proteger a la naturaleza, difundiendo un mensaje conservacionista en busca de crear una conciencia de respeto entre la humanidad y el medio ambiente.  

English

I remember one story in particular among the ones we are told as children, about a character who lived in the snowy mountains, a "snowman" who protected the mountains and watched over them so that they were respected.

Turns out that character does exist in real life and his name is Jorge Luis Ceballos. He is one of the last glaciologists in the world, a profession that is dying out at the same rate that the world's glaciers are retreating and disappearing.

Jorge Luis is a scientist who studied in Bogotá, Colombia, where he is from. In 1994 he decided to take care of what nobody seemed to be taking care of, the glaciers. Those immense reservoirs of frozen fresh water on the tops of the world, a holdover from bygone ages, when the last ice age froze the planet.

Jorge Luis Ceballos is deputy director at the Institute of Hydrology, Meteorology and Environmental Studies (IDEAM), and he is one of the few people dedicated to monitoring the health of glaciers including the last one in his country. But why glaciers? Glaciers are an open-air laboratory where you can better study changes in the world's climate.

There are still 130 snowy peaks around the planet, 17 of them are being examined in a program coordinated by the World Glacier Monitoring Service in Switzerland (WGMS) endorsed by the UN. "It is an X-ray, or better, an electrocardiogram that measures the pulse of the glacier," says Ceballos.

Many people still think of climate change as something distant that is just beginning to manifest itself, Ceballos affirms that this has been happening for decades, and its effects can be observed in the climate via droughts, floods, hurricanes, melting poles, catastrophic wildfires, and all kinds of accelerating weather anomalies becoming more and more destructive.

No one escapes the climate crisis and sooner or later it will affect everything and everyone on the planet. Glaciers are particularly sensitive to these increases in temperature.

For instance, out of the 19 glaciers that existed in Colombia in the 19th century, only 6 remain, and they are in the process of disappearing. In 1850, glaciers covered 27.8 square kilometers, but now only 6.3 km remain distributed in small isolated areas of ice.

Although they do not feed large rivers in Colombia, they are fundamental for the life of several indigenous communities, especially because they drive the existence of several native species that feed their streams.

In the words of IDEAM: "The loss of the ice sheet in Colombian glaciers is due to various effects that are a consequence of climate change, such as increased temperature, changes in cloud cover, extreme variations in rainfall, lack of winds, and the higher incidence of radiation.”

Ceballos admits that one of the causes that contributes the most to its disappearance is environmental pollution, the emissions that are part of the greenhouse effect and raise temperatures. These increasing temps will generate more droughts and floods, which will distress the nearby communities and alter the lives of those who depend on them.

Unfortunately, it is already too late. Unless we can control gas emissions in record time and reduce the increase in temperature, we cannot do anything to save the remaining glaciers in Colombia. What remains is for us to study them and to monitor their agony until the end.

Even so, Jorge Luis Ceballos, nominated for the 2020 Landscape Heroes Award, does not lose hope and is dedicated to teaching new generations to learn about the mistakes that made us lose these frozen vestiges in other eras.

The Sierra Club honors these Latin American heroes who are an example for all and fill us with pride, as they dedicate their lives to protect nature, spreading a conservationist message, and help create an awareness of respect between humanity and the environment.