HHM - Liz Chicaje Churay, una fuerza de la naturaleza / Liz Chicaje Churay, a Force of Nature

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En el año 1982 el fenómeno climático conocido como El Niño fue el más fuerte y devastador del siglo 20. Mientras El Niño causaba estragos a través del planeta, ese mismo año nacía una niña que se convertiría en una mujer fenomenal y adoptaría la causa ambientalista como su misión de vida. Esa niña es Liz Chicaje Churay.

Liz se crió en el bosque, donde aprendió a apreciar la importancia de la naturaleza y los animales salvajes. Al crecer comenzó a darse cuenta del peligro inminente que presentaban la tala ilegal de árboles y la minería, no solo a su comunidad y las aledañas, sino también al bosque en general.

Foto: Goldman Environmental Prize

El bosque en el que Liz creció es una gran franja de selva amazónica considerado un espacio con una “megadiversidad” increíble donde se encuentran 3.000 especies de plantas, 500 especies de aves, 50 especies de peces, así como manatíes, delfines de río, nutrias gigantes y monos lanudos. Además, esta parte del Amazonas tiene extensiones de turberas, un tipo de humedal considerado entre los ecosistemas más valiosos del planeta ya que ayudan a mitigar el cambio climático porque funcionan como los mayores sumideros de carbono del mundo.

Por eso desde muy temprana edad, a los 16 años, Liz comenzó su fase de activismo ambiental y se convirtió en organizadora de su comunidad. ¿El fin? Proteger el bosque a toda costa. Enfocada en esta misión conoció a muchas personas, viajó difundiendo su mensaje de “conservación y protección” y en el año 2013 buscó el puesto de alcaldesa del distrito de Pebas. A pesar de no haber salido airosa en la elección, sí pudo entender mejor los problemas que aquejaban a las personas de este distrito y conocer más a fondo las necesidades del área. Y gracias a sus esfuerzos, en el año 2014 fue electa presidenta de FECONA, una federación de comunidades nativas del Ampiyacu, una área de conservación natural ubicada en el pueblo de Loreto. 

Pero la amenaza de la tala y minería ilegal seguía acechando al bosque. Fue así como Liz y otros líderes comunitarios se dieron cuenta de que el estatus formal de un parque nacional ayudaría a proteger las selvas tropicales y los sistemas fluviales de la región. Juntos comenzaron a hacer una campaña a favor de la creación de un parque y poco a poco fueron asociándose con funcionarios gubernamentales, conservacionistas y científicos. 

Este colectivo, con Liz a la cabeza, trabajó para unir a los diversos grupos Indígenas de la región, viajaron extensamente a áreas remotas para reunirse con las diferentes comunidades y discutir los planes para el parque. Con la ayuda de otros líderes convenció a 23 de las 29 comunidades Indígenas locales para que apoyaran la creación del parque, además obtuvo el respaldo de otras siete distintas organizaciones Indígenas.

Foto: Goldman Environmental Prize

Y en enero del 2018, luego de una ardua jornada de tres años, y toda una vida de activismo, el gobierno peruano declaró una extensión de tierra de unos 200 millones de acres del Amazonas como el Parque Nacional Yaguas. Uno de los mandatos más importantes dentro de la creación del parque fue el que las comunidades Indígenas recibieran derechos sobre estas tierras. 

La creación del parque es un paso en la dirección correcta en los esfuerzos de conservación del Amazonas, sus comunidades y el planeta en general y Liz se siente orgullosa por todo lo logrado, pero en su mente está clara que los retos son grandes y que falta mucho por hacer. Al recordar cómo comenzó todo dice con aplomo, "Vi durante toda mi vida cómo mis padres y mis abuelos lucharon por defender nuestro territorio. Tenía que hacerles justicia". 

No cabe duda que Liz Chicaje Churay es una fuerza de la naturaleza trabajando por la naturaleza. Su trabajo dejará una huella que recordaremos por mucho tiempo.

El Sierra Club quiere destacar el importante trabajo de estos ambientalistas y su lucha por proteger nuestro planeta. Gracias a ellos y su inquebrantable compromiso cada día nuestra consciencia despierta más porque esta lucha es de todos.

English

In 1982 the climatic phenomenon known as El Niño descended upon the earth at its strongest and most devastating of the 20th century. While El Niño was wreaking havoc across the planet, that same year a girl who would become a phenomenal woman and embrace the environmental cause as her life mission was born. That girl is Liz Chicaje Churay.

Liz grew up in the forest, where she learned to appreciate the importance of nature and wild animals. As she grew older, she began to realize the imminent danger posed by illegal logging and mining, not only to her community and the surrounding areas but also to the forest in general.

The forest in which Liz grew up is a large strip of the Amazon considered a place with an incredible “megadiversity,” where there are 3,000 species of plants, 500 species of birds, 50 species of fish, and more, including manatees, river dolphins, giant otters, and woolly monkeys. In addition, this part of the Amazon has extensions of peatlands, a type of wetland considered among the most valuable ecosystems on the planet since they help mitigate climate change as the largest carbon sinks in the world.

That's why at 16, Liz began her journey of environmental activism and became an organizer in her community. The mission? Protect the forest at all costs. Focused on this task, she met many people, she traveled spreading her message of "conservation and protection," and in 2013 she sought the position of mayor of the Pebas district. Despite not succeeding in the election, she was able to better understand the problems that afflicted the people of this district. And thanks to her efforts, in 2014 she was elected president of FECONA, a federation of native communities of the Ampiyacu, a regional conservation area located in the town of Loreto.

But the threat of illegal logging and mining continued to haunt the forest. This is how Liz and other community leaders realized that the formal status of a national park would help protect the region's rainforests and river systems. Together they began to campaign in favor of the creation of a park and little by little they began working with government officials, conservationists, and scientists.

This collective, led by Liz, worked to unite the various indigenous groups in the region and traveled extensively to remote areas to meet with the different communities and discuss plans for the park. With the help of other leaders, she convinced 23 of the 29 local indigenous communities to support the park, as well as obtained the support of seven other indigenous organizations.

And in January 2018, after an arduous three-year journey, and a lifetime of activism, the Peruvian government declared a tract of land of some 200 million acres of the Amazon, as the Yaguas National Park. One of the most important mandates in the creation of the park was that the indigenous communities received rights to these lands.

The creation of the park is a step in the right direction in the conservation efforts of the Amazon, its communities, and the planet in general, and Liz is proud of all that has been achieved, although it is clear to her that much remains to be done. Remembering how it all began, she says with aplomb, "I saw all my life how my parents and my grandparents fought to defend our land. I had to do them justice." 

There is no doubt that Liz Chicaje Churay is a force of nature, working for nature. Her work will leave a mark that we will remember for a long time.

The Sierra Club wants to highlight the important work of these environmentalists and their fight to protect our planet. Thanks to them and their unwavering commitment, every day our consciousness awakens more because this fight belongs to all of us.