HHM - Maricela Fernández, realmente auténtica / Maricela Fernández, a True Original

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Los pueblos indígenas suelen vivir en espacios con gran biodiversidad y aprovechan en gran medida los recursos naturales que encuentran en estos lugares. Es por este vínculo con el ambiente y la naturaleza que tienen una mayor exposición a los efectos del cambio climático. De uno de estos pueblos viene Maricela Fernández, líder y fundadora del movimiento Cabécar Kábata Könana.

¿Qué es el Kábata Könana? Es un grupo de 247 mujeres indígenas cuyo hogar es el bosque tropical Talamanca en Costa Rica y quienes se dedican a promover los derechos de las mujeres e indígenas, y a la protección y revitalización de sus conocimientos ancestrales. Como parte de este trabajo, Maricela lidera una iniciativa llamada El Intercambio Virtual de Productos Indígenas, el cual es mejor conocido como “El Estanco”. 

El Estanco es una práctica en donde convergen las nuevas tecnologías y las prácticas agrícolas ancestrales para garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas Bribri y Cabécar. Tal vez uno pueda preguntarse qué relación guarda el cambio climático con la seguridad alimentaria y la respuesta es: una muy estrecha.

Cada día que pasa los episodios climáticos extremos son más frecuentes e intensos y podrían empeorar las condiciones de vida de quienes viven en los bosques, poblaciones ya de por sí vulnerables y en condiciones de inseguridad alimentaria. Estas comunidades, especialmente las que viven en ambientes frágiles, se enfrentan a un riesgo inmediato y una creciente pérdida de cosechas, ganado, pesca y productos provenientes del bosque. Y el territorio de Cabécar lleva más de 10 años viviendo esto en carne propia, se tenía que hacer algo al respecto.

 
Foto: Ivannia Alvarado

Maricela, quien no es ajena a vivir tiempos difíciles, tomó la batuta y fundó el movimiento antes mencionado, el cual traduce a Defensoras del Bosque y su labor ha rendido unos frutos exquisitos. Además del “Estanco”, con el cual se busca la revalorización del conocimiento ancestral, recuperar el sentido del trabajo colectivo, la soberanía alimentaria y el respeto hacia la naturaleza, el Kábata Könana brinda a las mujeres capacitación continua para la formación humana, igualdad, participación política y la lucha contra el cambio climático, entre otros temas. 

Esta labor la ha convertido en un ejemplo de resistencia, de cuán  lejos puedes llegar trabajando en comunidad y de la necesidad de volver a las prácticas originarias. El reconocimiento a su tenacidad e ingenio no se limita solo a su comunidad, el trabajo realizado ha llevado a Maricela a ser reconocida como una voz indiscutible en el mundo del ambientalismo y los derechos humanos en Costa Rica. 

Y es así como el 15 de julio de este año la Asociación de Mujeres Kábata Könan recibió el Premio Ecuatorial otorgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y sus socios, por la creación del Estanco Indígena de Trueque Virtual Productivo. 

El galardón reconoce a las comunidades locales e indígenas de todo el mundo que exhiben soluciones locales e innovadoras para abordar la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, y lograr sus objetivos de desarrollo local incluso durante una pandemia.  


Foto: Ivannia Alvarado

“Cuando veo que todas las mujeres están empacando plátanos, cuando veo que los jóvenes están estudiando porque las mamás tienen cómo mantener sus estudios, cuando veo que hay mujeres proyectándose para el futuro, cuando veo que nuestra cultura sigue viva, es la razón por la que sigo trabajando”, comenta ella. 

Si la lucha por la justicia ambiental cuenta con personas como Maricela, estamos por un mejor camino que el que pensábamos, hay esperanza...y mucha. Porque para ganar esas pequeñas batallas que se nos presentan a diario hay que ser audaz, pensar diferente y ser imparable; todo lo que es Maricela. 

El Sierra Club se solidariza con estas voces hispanoparlantes y su lucha diaria para proteger los ambientes, espacios y comunidades a las cuales pertenecen de las amenazas y consecuencias que representa el desarrollo desmedido, que a su vez es en parte responsable del cambio climático.

English

Indigenous peoples often live in areas with great biodiversity and make excellent use of the natural resources found in these places. It is because of this relationship with the environment and nature that they have greater exposure to the effects of the climate crisis. From one such Indigenous community comes Maricela Fernández, leader and founder of the Cabécar Kábata Könana movement.

What is the Kábata Könana? It is a group of 247 Indigenous women who make their home in Costa Rica’s Talamanca tropical forest. They are dedicated to defending the rights of women and Indigenous peoples, as well as the protection and revitalization of their ancestral knowledge. As part of this work, Maricela leads an initiative called The Virtual Exchange of Indigenous Products, better known as El Estanco.

El Estanco is a platform where Indigenous new technologies and ancestral agricultural practices converge to guarantee food security for the Bribri and Cabécar Indigenous communities. Perhaps one may wonder how climate change is related to food security. It turns out, they’re directly connected.

With each passing day, extreme weather events are more frequent and intense, worsening the living conditions of those who live in the forests, communities that are already vulnerable and suffer from food insecurity. These communities, especially those living in fragile environments, are at immediate risk of losing crops, livestock, fish, and forest products—a risk that will only grow in the decades to come. The territory of Cabécar has been experiencing this firsthand for over 10 years, and something had to be done about it.

Maricela, who is no stranger to living difficult times, took the lead and founded the movement of the Kábata Könana, which translates to “Defenders of the Forest,” and her work has yielded exquisite fruits. In addition to the "Estanco," which seeks to revalue ancestral knowledge and recover the sense of working collectively with others, food sovereignty, and respect for nature, the Kábata Könana offers women continuous opportunities to learn more about equality, participation in politics, and climate change, among other topics.

This work has made her an example of resistance, of how far you can go working in community and honoring the need to return to our roots. The recognition of her tenacity and ingenuity is not limited only to her community: The work Maricela has led her to be recognized as an indispensable voice in Costa Rica’s movements for human rights and environmental protection. 

And this is how on July 15 of this year, the Kábata Könan Women's Association received the Equator Prize awarded by the United Nations Development Program and its partners, for the creation of the Indigenous Trade Fair for Productive Virtualization.

The award recognizes local and Indigenous communities around the world who have created innovative solutions that address biodiversity loss and climate change, and are achieving their local development goals even during a pandemic.

“When I see the women packing bananas, when I see that young people are studying because their mothers have a way to maintain their studies when I see that there are women planning for the future when I see that our culture is still alive, it is the reason why I'm still working,” Maricela says.

If the fight for environmental justice is being led by people like Maricela, we are on a better path than we thought. Because to win those little battles that come our way every day, you have to be bold, think differently, and be unstoppable; everything that Maricela does.

The Sierra Club is in solidarity with these women and their daily struggle to protect the environment, spaces, and communities to which they belong from the threats and consequences of excessive development, which in turn is partly responsible for the climate crisis.