MES DE LA HERENCIA HISPANA: Samarys Seguinot - Medina, una luz en el Norte/ Samarys Seguinot-Medina, a light in the North

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La remota y helada Alaska, no se parece en nada a Puerto Rico, donde nació la destacada científica boricua Samarys Seguinot - Medina. Ella junto a sus colegas de Alaska Community Action on Toxics (ACAT) trabajan defendiendo la salud del medio ambiente y las comunidades que en ella habitan

Samarys creció en Puerto Rico, rodeada del verdor de los cañaverales y los bosques de bambú. Sus padres, gente humilde, vivían de lo que les daba la tierra, así entendió rápidamente la importancia de la interrelación que existe entre el medio ambiente y quienes habitan en él.

Tras obtener una Maestría en Administración en Ciencias Ambientales en la Universidad de Puerto Rico, trabajó como profesora de biología y estuvo entre los fundadores del Sierra Club capítulo Puerto Rico.

En el 2009 llegó a Alaska, y comenzó su relación con la Alaska Community Action on Toxics (ACAT) como investigadora de salud ambiental. Por su gran trabajo en la investigación sobre los PCB en las comunidades indígenas fue ascendiendo hasta convertirse en Directora del Programa de Salud Ambiental de ACAT. 

En el 2015 me incorporé a trabajar junto a la Dra. Pamela Miller y el Dr. David Carpenter de ACAT, para demostrar que una base militar abandonada en Alaska sigue contaminando y envenenando con PBDE (polibromodifenil éteres) y PFAS (ácido perfluorooctanoico) a los pescadores Yupik y otros pueblos indígenes que viven en las cercanías. Actualmente trabajamos en un proyecto pendiente para medir PCB (policlorobifenilos) en niños en las aldeas remotas de Sivuqaw, en la isla St. Lawrence en el Mar de Bering, en Alaska.

Posteriormente encabezó un proyecto que buscaba prohibir los productos químicos retardantes de llama peligrosos, o difenil éteres polibromados (PBDE), en Alaska. Estos químicos utilizados para reducir la inflamabilidad de muchos artículos en los hogares, como textiles, espuma en muebles, relleno de alfombras, materiales de construcción, tapicería de automóviles, aviones, y fundas plásticas para la electrónica. 

En la década de los 70 su uso se prohibió en varios estados cuando los investigadores descubrieron que los niños estaban absorbiendo la toxicidad del químico a través de sus pijamas. Ese hallazgo llevó a una prohibición a nivel nacional de su uso en la ropa de niños. Pero no en muchos otras partes.

Samarys y ACAT se interesaron particularmente por el caso de los bomberos de Anchorage, que comenzaron a enfermarse gravemente debido a que diversos materiales al quemarse libera químicos como el PBDE al que son expuestos y respiran los bomberos  Comenzaba un largo camino para que fuesen tomadas medidas legales y aprobaran una reforma de la regulación PBDE en todo el estado. 

Foto por Matt Chesin, Unsplash.com

Las compañías que fabrican estos productos químicos detuvieron todos los esfuerzos del grupo ACAT, utilizando información errónea y falsa, utilizando incluso a un médico del estado de Washington,  para desmentir los resultados de la investigación. 

Seguinot-Medina y sus colegas de ACAT  reenfocaron sus esfuerzos hablando directamente con las comunidades, reuniéndose con el sindicato de bomberos y la asociación de enfermeras para obtener su apoyo.

Se inició una campaña en las redes sociales, correos electrónicos y la prensa para informar a los ciudadanos sobre los problemas y el peligro del PBDE para la salud de sus familias.  

El 19 de marzo de 2019, la Asamblea aprobó por unanimidad la Ordenanza para bomberos y niños libres de tóxicos (Toxic-Free Firefighters and Children Act (HB 27)), una prohibición de productos que contienen esas sustancias en todo Anchorage. La ordenanza prohibió que los productos que contienen PBDE se vendiesen en la ciudad para proteger la salud humana en general.

Samarys dijo a la prensa: "Te da esperanza", dijo Seguinot-Medina. "Es un trabajo duro, y no siempre es positivo. Es una pequeña victoria, pero es enorme al mismo tiempo ".

"Es mi pasión, mi vocación. Siento que tengo la oportunidad de hacer algo al respecto ”, dijo Seguinot-Medina. “Involucrar a otras personas. Al decirles, tienen voz, especialmente los grupos minoritarios, que son los más vulnerables, y para los jóvenes y los niños”.  

El Sierra Club quiere celebrar en el Mes de la Herencia Hispana el importante trabajo de personas como Samarys Seguinot, una heroína del ambiente, que ha decidido no quedarse cruzada de brazos ni sentirse intimidada por las grandes corporaciones que envenenan la salud y el ambiente.

(English)

Remote and frozen Alaska is nothing like Puerto Rico, where the prominent Puerto Rican scientist Samarys Seguinot-Medina was born. She and her colleagues from Alaska Community Action on Toxics (ACAT) work defending the health of the environment and the communities that inhabit it.

Samarys grew up in Puerto Rico, surrounded by the greenery of the cane fields and the bamboo forests. Her parents, humble people, lived on what the earth gave them, so she quickly understood the importance of the interrelation between the environment and those who inhabit it.

After obtaining a master’s degree in science and environmental management at the University of Puerto Rico, she worked as a biology professor and was among the founders of the Sierra Club Puerto Rico Chapter.

In 2009, she arrived in Alaska and began her relationship with the Alaska Community Action on Toxics (ACAT) as an environmental health researcher. Due to her great work in researching PCBs (polychlorinated biphenyls) in Indigenous communities, she rose to become director of ACAT's Environmental Health Program.

In 2015, she joined ACAT's Dr. Pamela Miller and Dr. David Carpenter to demonstrate that an abandoned military base in Alaska continues to contaminate and poison people with PBDEs (polybrominated diphenyl ethers) and PFAS (per- and polyfluoroalkyl substances). Yupik fishermen and other Indigenous people live nearby. Samarys is currently working on a pending project to measure PCBs in children in the remote villages of Sivuqaq, on St. Lawrence Island in the Bering Sea.

She later led a project seeking to ban dangerous flame-retardant chemicals, or polybrominated diphenyl ethers (PBDEs), in Alaska. These chemicals are used to reduce the flammability of many household items, such as textiles, furniture foam, carpet fillers, building materials, automotive and airplane upholstery, and plastic covers for electronics.

In the 1970s its use was banned in several states when researchers discovered that children were absorbing the toxicity of the chemical through their pajamas. That finding led to a nationwide ban on using it in children's clothing, but not on its use in many other places.

Samarys and ACAT were particularly interested in the case of Anchorage firefighters who became seriously ill because of various materials that released chemicals such as PBDEs when burned. That was the beginning of a long path to reform PBDE regulations across the state.

The companies that make these chemicals opposed all of the ACAT group’s efforts, using erroneous and false information. They even used a doctor from Washington State to deny the results of the investigation.

Seguinot-Medina and her ACAT colleagues refocused their efforts by speaking directly to the communities—meeting with the firefighters union and the nurses association to obtain their support.

A campaign was launched on social networks, through email, and the media to inform citizens about the dangers of PBDE to the health of their families.

On March 19, 2019, the Anchorage Assembly unanimously passed an ordinance banning certain consumer products containing flame-retardant chemicals.The ordinance prohibits products containing PBDEs from being sold in the city to protect human health in general.

Samarys told the press: “It gives you hope. It’s hard work, and it’s not always positive. It’s a small victory, but it’s huge at the same time".

"It’s my passion, my calling. I feel like I have the opportunity to do something about it. Engaging other people. Telling them, they have a voice, especially minority groups, who are the most vulnerable, and for the youth and the children.”.

During Hispanic Heritage Month, the Sierra Club wants to celebrate the important work of people like Samarys Seguinot-Medina, an environmental hero, who has decided not to sit idly by or feel intimidated by large corporations that poison people’s health and the environment.