Música y documental por la justicia medioambiental de Colombia / Music and documentary for environmental justice in Colombia

Adaptado al español por Isa Traverso del artículo original publicado en Grist.com

"Déjame Respirar", es el nuevo lanzamiento de Bomba Estéreo, una de las bandas más populares de Colombia, y es tanto un PSA de deforestación como un tema súper bailable. Para este grupo, las raíces musicales no pueden separarse de la tierra que las inspiró.

El video musical de la canción "Déjame respirar", es como una carta de amor a la selva colombiana y sus habitantes. Las imágenes son parte de una colaboración documental entre Simón Mejía, fundador y bajista de Bomba Estéreo, Stand for Trees, una organización sin fines de lucro que trabaja para proteger los bosques en peligro de extinción, y el actor estadounidense Joaquin Phoenix. Medellín, Bahía Málaga, el Chocó, Mutatá y Urabá, fueron unos de los lugares remotos donde Josh Thome dirigió el documental.

Bomba Estéreo es conocida por temas como "Soy Yo", "To My Love" e "Internacionales". La música de esta conocida banda mezcla ritmos como el funk con cumbia y pop entre otras tendencias musicales. El estilo de la agrupación también es fundamental para la pasión de Mejía por la justicia ambiental: sin la influencia indígena y africana, la música colombiana moderna no existiría como lo es hoy, afirma. Mejía dijo que su objetivo era traducir su pasión por la conservación del clima en su forma de activismo: la música.

El documental Sonic Forest, que se lanzó junto con la pista de Déjame Respirar, “Fue una especie de mezcla de experimentación musical y tratar de entender el entorno desde el punto de vista sonoro, más que desde el punto de vista del activismo”, dijo Mejía a Grist. "Fue más a través de la conexión con la naturaleza (y esas comunidades marginadas), a través del sonido y a través de mi música".

Colombia es el hogar de muchas comunidades afrocolombianas e indígenas colombianas que están soportando la peor parte de la crisis climática junto con otros problemas sociales, como la violencia que ha asolado al país durante décadas. 

Mejía y sus compañeros de banda han estado involucrados en el movimiento ambiental de su país durante años, incluso expresando su oposición a la deforestación y la minería. En 2019, la banda se embarcó en una gira de un mes por Colombia para recaudar fondos y crear conciencia sobre el Guaviare, un departamento colombiano que perdió más de 90.000 acres de selva tropical debido a la deforestación.

Sonic Forest lleva los mensajes ecológicos de los miembros de la banda a un nuevo nivel. En el documental, se muestra a la comunidad afrocolombiana viviendo de manera sostenible a lo largo de la costa del Pacífico, donde la gente del pueblo busca comida, aprende qué hierbas usar para la comida y la medicina o crea instrumentos con los materiales que recolectan de su entorno natural. 

Mejía, quien actúa como narrador, explica cómo algunos de los miembros de la comunidad en esa área en particular solían ganarse la vida talando el bosque. Al optar por conservarlo y vivir del ecoturismo en lugar de la tala, los miembros de la comunidad tuvieron que cambiar sus vidas y apoyarse en las tradiciones. “Mis padres vivían de (la tala), mis abuelos vivían de eso”, explica un miembro de la comunidad en la película mientras él y Mejía están parados en una selva tropical. “Tuve que cambiar mi vida… Este es un bosque para la conservación y nos proporciona comida”.

El documental incluye entrevistas con pueblos indígenas que han sido desplazados por la violencia desenfrenada en el país y están tratando de continuar preservando las tradiciones para los miembros más jóvenes. También trata sobre cómo las empresas y los narcotraficantes arrasan grandes extensiones de bosque para promover sus propios intereses financieros. Quienes se oponen a ellos, incluidos los líderes sociales y ambientales, están literalmente poniendo sus propias vidas en peligro.

Pero Mejía sigue siendo músico durante todo su recorrido documental. Mientras viaja, recopila sonidos de la costa, los pájaros en los bosques y las flautas se inspiraron en los pájaros. Es el mismo proceso que usó Mejía para crear su álbum como solista: Monte, que se inspiró en la belleza natural y los pueblos del país, y contó con sonidos de pájaros y cantantes indígenas, incluido Candil Chauta, un cantante de la tribu Mhuysqa, que solía habitar las montañas andinas.

Mejía dice que quiere que la “gente occidental”, o los Latinos blancos como él, se inspiren en los sonidos que recopiló y comprendan que pueden apoyar soluciones sostenibles en América Latina y más allá. El sonido, crea una conexión con la riqueza que la naturaleza colombiana tiene para ofrecer, y eso depende de nosotros preservarlo.

"Es un problema global", dijo. “Podemos mantener nuestras vidas, pero de una manera más sostenible. Tenemos que detenernos y escuchar a los pueblos indígenas.

Al Día News añadió que la intención detrás de este documental es mitigar el impacto ambiental en regiones donde la minería y la tala están acabando con la vida. En esta ocasión, Stand for Trees está apoyando a más de 20 comunidades y 9.000 familias indígenas y afrocolombianas del Pacífico para reducir las emisiones de 2.065.566 de toneladas de CO2 a través de la música y la cultura.

Para el Sierra Club es una agradable sorpresa que bandas musicales como Bomba Estéreo utilicen su fama y su voz para alertar al mundo sobre la preservación de las tribus indígenas, la vida silvestre y la naturaleza de Colombia.