Cómo prevenir las enfermedades relacionadas con el calor/Tips to Prevent Heat-related iIlnesses

Artículo original publicado por el CDC

Comienzan a sentirse los efectos del cambio climático. Este verano comenzó mucho más fuerte de lo habitual. Las temperaturas en la costa oeste han pasado de largo los 100º F (35º centígrados), causando agobiantes sequías, gigantescos  incendios en los que el humo ha atravesado el país completo llevándolo hasta la costa este, donde las temperaturas también han subido mucho más de lo habitual. 

Por todas estas razones es importante que tomes precauciones y evitar que las altas temperaturas afecten tu salud o la de tu familia. Aquí te traemos una serie de recomendaciones, tanto si trabajas bajo el inclemente sol o cuando salgas a la calle bajo estos sofocantes calores.

Manténte fresco

Usa ropa adecuada: Elige ropa liviana, de color claro y holgada.

Permanece en ambientes cerrados y frescos: Quédate en lugares con aire acondicionado tanto como sea posible. Si tu casa no tiene aire acondicionado, ve a un centro comercial o a la biblioteca pública, porque incluso unas pocas horas en un ambiente con aire acondicionado pueden ayudar a tu cuerpo a mantenerse más fresco cuando vuelva al calor. Averigua con tu departamento de salud local si existen albergues de refugio para protegerse del calor en tu área.

  • Recuerda: Los ventiladores eléctricos pueden proporcionar comodidad, pero cuando la temperatura llega casi a los 100 °F (cerca de los 35 °C), con los ventiladores no se podrán prevenir las enfermedades relacionadas con el calor. Una mejor manera para mantenerse fresco es ducharse o bañarse con agua fría o trasladarse a un lugar con aire acondicionado. Utiliza menos la estufa y el horno para mantener más baja la temperatura de tu casa.

Planifica cuidadosamente tus actividades al aire libre: Trata de limitar tus actividades al aire libre a los momentos en los que está más fresco, como en la mañana o el atardecer. Descansa a la sombra con frecuencia de manera que tu cuerpo tenga la oportunidad de recuperarse.

Ve a tu ritmo: No hagas tanto ejercicio durante los momentos de calor. Si no estás acostumbrado a trabajar o a hacer ejercicio en un ambiente caluroso, comienza despacio y aumenta el ritmo poco a poco. Si el esfuerzo en un ambiente caluroso acelera tu ritmo cardíaco y te dificulta la respiración, DETÉN todas las actividades. Ve a un área fresca, o al menos a la sombra, y descansa, en especial si sufres mareos, confusión, debilidad o pérdida del conocimiento.

Usa filtro solar: Las quemaduras solares reducen la capacidad del cuerpo para enfriarse y pueden causar deshidratación. Si debes salir al aire libre, protégete del sol mediante el uso de un sombrero de ala ancha y lentes de sol, y ponte filtro solar con factor de protección (SPF) 15 o más alto 30 minutos antes de salir. Aplícate nuevamente el filtro solar según las indicaciones del envase.

  • Consejo: Busca un filtro solar que diga  “amplio espectro” o “protección contra UVA/UVB”(broad spectrum” or “UVA/UVB protection) en la etiqueta; estos productos son los más eficaces.

No dejes a los niños dentro de los automóviles: El interior de un automóvil puede alcanzar temperaturas peligrosas rápidamente, incluso si una ventana está un poco abierta. Si bien cualquier persona que permanezca en un automóvil estacionado está en riesgo, los niños corren un riesgo mayor de sufrir un golpe de calor o de morir. Cuando viajes con niños, recuerda hacer lo siguiente:

  • Nunca dejes a los bebés, los niños o las mascotas en un automóvil estacionado, aunque las ventanillas estén un poco abiertas.

  • Para recordar que hay un niño en el vehículo, mantenga un animal de peluche en el asiento de seguridad infantil. Cuando el niño esté en el asiento de seguridad, coloca el animal de peluche adelante con el conductor.

  • Cuando te bajes del vehículo, verifica que todos los demás también estén afuera. No olvides a ningún niño que se haya quedado dormido en el vehículo.

Evita las comidas calientes y pesadas: ¡te agregan calor al cuerpo!

Manténte hidratado

Bebe líquidos en abundancia: Bebe más líquidos, independientemente de cuánta actividad física hagas. No esperes a tener sed para beber.

  • Advertencia: Si tu médico te limita la cantidad de líquido que puedes beber o te ha recetado diuréticos, pregúntale cuánto deberías beber cuando hace calor.

  • No consumas bebidas muy azucaradas o alcohólicas. Estas bebidas en realidad te hacen perder más líquido a su cuerpo. Además, evita las bebidas muy frías porque pueden causar calambres estomacales.

Recupera sales y minerales: La transpiración intensa hace que el cuerpo pierda sales y minerales que deben ser repuestos. Las bebidas deportivas pueden reponer las sales y los minerales que pierdes al sudar.

  • Si mantienes una dieta baja en sal o tienes diabetes, presión arterial alta u otras afecciones crónicas, habla con tu médico antes de tomar bebidas deportivas o pastillas de sal.

Mantén a tus mascotas hidratadas: Ofréce a las mascotas suficiente agua fresca y deja el agua a la sombra.

Manténte informado

Permanece al tanto de las últimas noticias: Consulta las noticias locales para enterarte de los avisos de calor extremo y los consejos para mantenerte seguro, y para saber si hay nuevos refugios para mantenerse fresco en tu área.

Reconoce los signos: Conoce los signos y síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor y cómo tratarlas.

Acuerda un sistema de cuidado mutuo con tus amigos (Buddy System): Cuando estés trabajando a altas temperaturas, permanece pendiente de tus compañeros de trabajo y pídele a alguien que haga lo mismo contigo. Las enfermedades causadas por el calor pueden crear confusión o pérdida del conocimiento en una persona. Si tienes 65 años de edad o más, pídele a un amigo o familiar que se comunique contigo dos veces al día durante las olas de calor. Si conoces a alguien de esta edad, vigílalo por lo menos dos veces al día.

Vigila a quienes estén en mayor riesgo: si bien cualquier persona puede sufrir en cualquier momento una enfermedad relacionada con el calor, estas personas corren mayor riesgo que otras:

  • Los bebés y niños pequeños.

  • Las personas de 65 años o más.

  • Las personas con sobrepeso.

  • Las personas que se esfuerzan demasiado cuando trabajan o hacen ejercicio.

  • Las personas que tienen una enfermedad física, especialmente una afección cardiaca o presión arterial alta, o las que toman ciertos medicamentos, como los que se usan para tratar la depresión, el insomnio o los problemas de circulación.

Visita a los adultos expuestos a mayor riesgo al menos dos veces al día y observa cuidadosamente si presentan síntomas de agotamiento por calor o golpe de calor. Los bebés y los niños pequeños, por supuesto, deben ser observados con mayor frecuencia.

En el Sierra Club nos preocupa también tu salud y la de tu comunidad, sobre todo si esta se ve alterada como consecuencia de los efectos del cambio climático.