Es Hora de Echar Cuentas/Time to Count Our Blessings

Dice el refrán que “más vale pájaro en mano que ciento volando”. En este 2021 acabamos con una bandada en la mano, pero muchos más siguen volando. Echemos cuentas. 

Tras los cuatro años más desastrosos en la historia ambiental de Estados Unidos, el Presidente Biden reincorporó al país al Acuerdo de París y calificó la crisis climática como “el mayor problema que confronta la humanidad”. Estados Unidos pasó de ser un paria climático a líder internacional en esta lucha. 

También por medio de una orden ejecutiva, el presidente detuvo la construcción del medieval muro fronterizo y canceló todos los proyectos financiados con fondos usurpados del presupuesto del Pentágono. 

Tras 13 años de lucha por parte del movimiento ambiental y tribus indígenas contra este descabellado proyecto zombi, la petrolera TC Energy finalmente abandonó el Oleoducto Keystone XL, calificado como “bomba de tiempo climática”. 

La Campaña Más Allá del Carbón y sus innumerables aliados por todo el país han logrado clausurar más de 350 plantas térmicas de carbón, que hasta hace poco eran la mayor fuente de contaminación climática del país. 

Pese a que el compromiso fundamental de limitar el calentamiento global a 1,5o C no se logró, la Cumbre del COP26 sí obtuvo el rechazo casi universal del carbón, drásticas reducciones en el uso del gas fósil y acabar con la deforestación para 2030, entre otros acuerdos. 

La administración Biden se comprometió a eliminar drásticamente sus emisiones climáticas en el futuro, adquiriendo cientos de miles de vehículos eléctricos, haciendo sus cientos de edificios más eficaces y usando solo energía eléctrica limpia. 

El Presidente Biden firmó la Ley de Inversiones en Infraestructura y Empleos que financia transporte público y de ferrocarril, cargadores de vehículos eléctricos, autobuses escolares eléctricos, entre otros. 

Y California estableció el programa “Outdoors for All” (Naturaleza para Todos), un gran paso para que las familias latinas tengan por fin acceso a la naturaleza y sus enormes beneficios. 

Hay muchas más victorias, pero la tarea sigue siendo hercúlea. El clima extremo empeora asolando amplias zonas del planeta. Mientras que las olas de calor en el Oeste del país y Canadá causaron cientos de muertos, California sufrió el peor incendio forestal de su historia. La Península Ibérica sufrió la peor tormenta invernal en un siglo. Una similar en Texas causó el colapso de la red eléctrica y la muerte de más de 700 personas. En agosto, llovió por primera vez en el punto más alto de Groenlandia. 

La quema de combustibles fósiles ha calentado la atmósfera hasta tal punto que los dos polos se han desestabilizado. En la Antártica, aguas más cálidas están socavando las barreras de hielo, incluyendo el Glaciar Thwaites, el cual amenaza con colapsar y aumentar dramáticamente el nivel del mar. Cada año la contaminación de energía sucia causa la muerte de hasta 10 millones de personas en el mundo. 

Las soluciones ya están aquí. En una década, el coste del almacenamiento energético en baterías se ha reducido en casi un 90%. Para 2026, la capacidad global de energía renovable igualará a la generada por la energía convencional sucia. El 43% de la fuerza laboral de la industria de combustibles fósiles busca otro trabajo, y de ellos, el 56% desea trabajar en la energía limpia.

El año acabó sin la aprobación de la legislación climática más importante en la historia de Estados Unidos, la Ley para Reconstruir Mejor (Build Back Better Act). En 2022 tenemos que redoblar esfuerzos para aprovechar esta oportunidad histórica, porque se nos acaba el tiempo para dejar escapar más pájaros.

(English)

Time to Count Our Blessings

As the saying goes, “a bird in hand is worth two in the bush.” In this 2021, we ended up with a lot of birds in hand, but many more are still in the bush. Let’s count our blessings:

After the four most disastrous environmental years in US history, President Biden rejoined the Paris Agreement, declaring the climate crisis as “the number one issue facing humanity.” The US went from a climate pariah to a world leader in this fight.

The President also halted the construction of the medieval border wall, and his administration canceled all border wall projects paid for with funds usurped from the Defense Department.

After 13 years of a fight led by the environmental movement and countless Tribes against this zombie boondoggle of a project, TC Energy finally abandoned the construction of the Keystone XL pipeline, also known as “a climate ticking bomb.”

The Beyond Coal Campaign and its countless partners and allies have managed to close more than 350 coal plants, until recently, the country’s largest source of climate pollution.

Even though it failed to achieve its main goal of limiting global warming to 1.5o C, the COP26 climate summit did achieve the almost universal rejection of coal energy, drastic reductions of the use of fracked gas, and the end of deforestation by 2030, among other agreements.

The Biden administration committed the Federal Government to slash its emission by driving demand for clean manufacturing, electric vehicles, clean buildings and 100% clean electricity.

President Biden signed the Infrastructure Investment and Jobs Act, which includes billions in funding for public transit, passenger rail, electric vehicle charging stations and electric buses.

And California established the “Outdoors for All” program, a big step toward finally opening the doors to Latino families to enjoy the enormous benefits of being in contact with nature.

There were many more victories, but the task at hand remains herculean. Extreme climate disasters keep worsening, wreaking havoc across the globe. While unprecedented heat waves killed hundreds in Western US and Canada, California suffered the worst wildfire in its history. The Iberian Peninsula suffered the worst winter storm in a century. A similar one in Texas caused the collapse of the electric grid killing more than 700 people. In August, it rained for the first time ever at Greenland’s highest point.

The burning of fossil fuels has warmed the atmosphere up to a point where both poles have been destabilized. In the Antarctic, warmer sea water is undermining fundamental ice shelves, including the Thwaites Glacier, which threatens to collapse in a few years unleashing a dramatic sea level rise. Each year, dirty energy pollution kills up to 10 million people around the world.

The solutions are already here. In one decade, the cost of battery storage has shrunk by almost 90 percent. By 2026, the global capacity of renewable energy will match the current capacity of all fossil fuels and nuclear combined. 43 percent of the fossil fuel industry’s labor force are looking for another job, and of those, 56 percent wish to work in the clean energy industry.

The year is ending without the approval of the most important climate legislation in US history, the Build Back Better Act. In 2022, we must redouble our efforts and seize this historic opportunity, because we cannot afford to have any more birds in the bush.


Up Next

Próximo Artículo